Kimokakkoi! Pretty Cure!!

Bueno, la idea de este serial ya comenzó a principios de año... Todo comenzó como una broma a mi mejor amigo cuando creé a su equivalente Pretty Cure, Cure Gore... Y luego desembocó en esto <3

Intentaré que sea lo más fiel a la saga posible. No creo que meta banda sonora, pero a lo mejor aparece alguna pista de vez en cuando. Por ahora, hay opening y ending, y creo que iré dividiendo los capítulos en partes debido a su longitud. Cada parte se corresponde antes y despúes de las cortinillas que suelen poner en cada capítulo de Pretty Cure original.

Oh, por cierto, el título del serial viene en el título del tema y cualquiera puede leerlo (las normas son las normas ^^), aunque puede que haya alguna palabrota viniendo de Hartle o Lyne, creo que los usuarios más jóvenes ya las emplearán u oirán con frecuencia, así que...

Espero que os guste!!


Episode 1: ¡El lazo más fuerte! ¿Naryu y Lyne son Pretty Cure?

La ciudad estaba oscura. Era noche cerrada, plena madrugada, aunque aún había algunos coches atravesando las calles. Uno de ellos, de color negro, giró hacia la salida hacia las afueras y tras pasar de largo varias casas, terminan aparcando frente a una vieja casa de dos pisos, aunque muy hermosa y bien conservada. Un hombre sale del coche, abre la verja, y vuelve a subir al asiento del conductor, para introducir el coche en la propiedad. Antes de meter el coche en el garaje, bajan dos personas con maletas que van hacia la casa. Una, una mujer adulta, y la otra, una joven que se supone hija de la mujer y el hombre. Pese a las altas horas de la madrugada, la joven aún se muestra dinámica y energética, frente al cansacio de sus padres. A la chica, por lo visto, le gusta más el tranquilo ambiente nocturno. Pero pronto se inicaría un nuevo día…

…

El Negai era un instituto destacado por su gran número de alumnado en Preparatoria, debido a que en los pueblos de las cercanías la educación sólo llegaba hasta completar la Secundaria. La mayoría solía ir en trenes, coches o autobuses hasta allí, y los que podían permitírselo se mudaban a la ciudad. No era raro que se incorporasen, por tanto, alumnos cuando el curso ya estaba empezado.

Había 9 clases de Preparatoria en el Negai, donde se repartían los alumnos de Ciencias, Tecnología, Humanidades y Sociales. En cada clase había al menos 15 alumnos debido a la cantidad de gente, por lo que no era raro que alumnos de diversas tendencias confluyeran en un mismo aula. Y que hubiese en cada aula variopintos alumnos.

- Bueno, chicos - Dijo la profesora, conocida como Kotobuki-sensei. - Todos los años, suele haber un grupo de alumnos que suelen integrarse en el curso cuando éste ya ha empezado, debido a cosas de la mudanza o conflictos con el transporte. Curiosamente, este año estamos ya viejos conocidos, no hay ninguno que no hubiera cursado otros años en institutos locales. Saco esto porque ha llegado una nueva alumna, de Ciencias, que no tiene cabida en las aulas de su especialidad, así que viene a ésta. Tratádmela bien, ¿eh? Bueno, pues con esto ya puede pasar.

La puerta del aula se abrió y entró una joven, entre los 16-18 años. No es que destacase por su buen físico, pero se mantenía en forma. Llevaba una falda oscura de pliegues que le pasaba la rodilla, una camisa blanca, chaleco negro y corbata a juego. Pelo corto, oscuro, aunque algo alborotado. Gafas azules.

- ¡Muy buenos días! Mi nombre es Naryu Dairaka, y vengo así a clase porque aún no he podido conseguir el uniforme, llegué aquí hoy por la noche. ¡Espero que nos llevemos bien! - Dijo, con una enorme sonrisa.

En la mesa anterior a la esquina que daba a la ventana y más cercana a la mesa del profesor, otra joven de pelo corto y más oscuro aún, con gafas más finas y granates, mientras miraba por la ventana e ignoraba a la nueva, hizo un sonido de desprecio y poco interés.



- ¿De donde vienes, Dairaka-san? - Preguntó una compañera.

- De un pueblecito cerca de aquí. ¡Se estaba muy bien! Pero bueno, no me importó mudarme. Allí me había ganado reputación de rara, jeje…

Había llegado la hora del descanso para almorzar. Unas cuantas chicas se habían sentado cerca de Naryu y trataban de establecer conversación con ella. Llevaban un rato hablando de gustos, intereses, cómo se les daban los estudios… A Naryu no le desagradaban esas conversaciones, pero no se mostraba especialmente admiradora de ellas. En el momento en que termianaba de contestar a la pregunta de su preferencia, Naryu vio una goma en el suelo que había venido rodando de la chica sentada delante de la profesora. La cogió y se levantó para dársela, mas cuando lo hizo, la chica se limitó a cogerla sin decir nada. Antes de que Naryu dijera nada, se levantó tras guardar la goma, cogió su mochila y salió del aula.

- ¿Quién es? - Preguntó Naryu interesada.

- Es… Kirarin… No le hagas caso, es muy rara. Suele estar por ahí sola leyendo manga o libros… Oye, ¿tú ves ese dorama en el que…?

- ¿Manga? ¡Qué guay! ¡A ver qué lee! - Dijo, saliendo por la puerta.

- Esto… Se ha dejado el almuerzo por terminar… - Dijo un alumno.

La chica estaba tirada debajo de un árbol, leyendo un manga de estilo Gore. Mientras tanto, iba picando de vez en cuando del almuerzo. Su lectura se vió interrumpida cuando descendió la cantidad de luz que percibía. Levantó la cabeza para ver a Naryu encima de ella.

- ¿Qué lees?

- …

- ¿Un manga?

- …

- Me gustan los manga. ¿Cuál lees tú?

- … Higurashi No Naku Koro Ni. - Dijo en voz algo baja, como contestando con resignación.

- Oh. A mí no me gusta el Gore… No sé, no me agrada ver tripas y órganos. ¿Cómo te llamas?

- …

- Venga, dímelo. Vengaaaaaaa… - Dijo Naryu, pinchándola con un palo y sonriendo.

- Para.

- Hasta que no me digas como te llamas, no, Kirarin - Naryu seguía pinchando, pero entonces la chica le cogió el palo, tiró de él y por tanto de Naryu, le agarró el brazo y le hizo una llave. Al momento estaba en el suelo con el brazo retorcido sobre la espalda.

- ¡Ay ay ay ay ay! ¡Vale, perdona!

- No me vuelvas a llamar así. Me llamo Lyne Itami. - Le dijo. Soltó su brazo, cogió el palo y lo rompió. Acto seguido, cogió el manga, se metió en la boca lo poco que quedaba de su almuerzo y se marchó.

- Pues sí que tiene mal humor… - Dijo Naryu, levantándose y sacudiéndose el brazo. - Pero si Kirarin es un nombre muy bonito…

Justo entonces tocó la campana.

- ¡Oh, no! ¡No me acabé el almuerzo! - Dijo, y subió corriendo a clase.

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kyaaaa!!! ke genial KIERO VER MAS NYA

OwO CONTINUALO

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Acabaron las clases y Naryu no pudo terminarse el almuerzo, con lo que estaba muerta de hambre. De la que volvía a clase pasó por una bollería y decidió ir a comprar un donut de chocolate. Había mucha gente, sobre todo alumnos y alumnas que salían de clase y les apetecía comer algo. Naryu tuvo que esperar 10 minutos hasta que le llegó el turno, y cando consiguió salir de allí, se dio cuenta de que llegaba tarde a casa, así que salió corriendo con un donut en la boca.

Fue entonces cuando ocurrió.

Naryu iba corriendo atravesando las calles vacías cuando algo se atravesó en medio, que había surgido de un arbusto. La chica no lo vió y lo aplastó, con lo que resbaló y se estrelló contra el suelo. El donut se fue a paseo.

- ¡¡AAAAAAAAAAY!! - Dijo, y se levantó frotándose la cara. - Duele… ¡OH NO! ¡Mi DONUT! Con el hambre que tenía… ¿Qué habré pisado…? - Naryu se giró y miró hacia el suelo. - Oh, un peluche. - Se acercó y lo cogió por el cuello, como una gata a sus crías. -Pobrecito, míralo… Si es adorable… - Lo miró a la cara. - ¿Pero quién fabrica un peluche con esta cara? Si parece K.O. …

- Dis… Disculpe… - Dijo el muñeco. - ¿Podría de… Dejarme en el suelo de nuevo? Llevo un poco de… Prisa… Ay…

- Ohm. Perdone. - Dijo Naryu con tranquilidad. - ¿Está bien?

- Sí… No es nada… He sufrido golpes peores… - Dijo el peluche. Ahora que se movía, parecía un animalito jamás visto. Se sacudió y recobró la compostura. - Perdone, pero le recomendaría irse de aquí -gozaimasu. ¡Puede verse en peligro, -gozaimasu!

- Bueno, entiendo que estando convaleciente en mitad de la calle pueda ser peligroso, pero si estoy inconsciente, ¿qué quiere que haga?

- … - El animalito la miraba extrañado. - ¿De qué está hablando? Usted está muy lúcida, -gozaimasu.

- Estoy soñando con un peluche que habla…

- Me disculpe usted, pero no soy un peluche. Mi nombre es Smartle, y procedo de Kimochi No Sekai, del Mundo de los Sentimientos -gozaimasu. Soy lo que podría considerarse aquí… ¿Un alien, creo que es?

- ¿En serio…? - Dijo Naryu, un poco descolocada. - Y entonces… ¿Eso de ahí es un compañero tuyo?

Naryu señalaba a un gigantesco monstruo que se encontraba en la esquina. Parecía una gigantesca motocicleta apoyada en su rueda trasera y que había visto su rueda delantera convertida en una especie de sierra circular. Sus manillares habían sido convertidos en enormes brazos y sus faros actuaban como ojos. Tenía un corazón gris, invertido y roto encima de la cabeza y buscaba algo.

- Oh, no… - Dijo Smartle. El monstruo se giró y lo vio. - ¡¡CORRA!!

El monstruo gritó y se lanzó a por ellos. Naryu cogió a Smartle y empezó a correr como loca evitando los embistes de la monstruosa motocicleta.

- ¿¡Qué es eso!? - Gritaba Naryu.

- ¡Si sobrevivimos se lo digo! - Gritó Smartle. - ¡Corra -gozaimasu!

Naryu vió unas obras cerradas al girar la última esquina y decidió tratar de despistar al monstruo allí. El problema se planteó en qué, pese al gran número de obstáculos que Naryu podía sortear y que el monstruo no debiera por su tamaño, los destruyó sin dificultad, así que al final Naryu y Smartle se vieron cercados en el interior del edificio por la motocicleta monstruosa.

- ¡Vamos a morir! - Dijo Smartle. - Un placer haberla conocido, señorita. Siento haberla involucrado en esto -gozaimasu.

- ¡No importa, no sirve de nada ya! ¡Pero saque un arma o algo, sr. Extraterrestre!

De repente alguien cayó de las vigas del edificio encima del monstruo golpeándole con un pesado martillo de obra. El monstruo caoyó contra el suelo del golpe. Ese alguien saltó a tiempo con el martillo delante de Naryu.

- ¡Itami-san! - Dijo Naryu. - ¿Qué haces aquí? ¡Es peligroso!

- …

- ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Smartle, que estaba en la cabeza de Naryu, salió volando cuando algo le golpeó y se lo llevó por delante.

- ¡Smartle-san! - Dijo Naryu.

- ¡Inútil! ¡La cosa era distaer al Yokuban, no meter en peligro a civiles -kisama!

- ¡Fue un accidente -gozaimasu! ¡No la metí en esto aposta, Hartle! - Dijo Smartle mientras Hartle le sacudía. - ¡Debemos irnos antes de que el Yokuban se levante -gozaimasu!

- Anda… - Dijo Naryu. - ¿También has conocido a un alien de éstos, Itami-san?

- ¿Alien? - Dijo Lyne. - Supongo.

- ¡¡YOKUBAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!!

El enorme monstruo se levantó con ese grito. Lyne reaccionó rápidamente y le lanzó el martillo a la cabeza. El Yokuban reaccionó a su vez y lo destruyó con su sierra mientras la hundía de golpe en el suelo, con lo que Lyne salío volando hacia un aldo y Naryu, Smartle y Hartle hacia el otro. El monstruo, resentido, se giró hacia Lyne, que decidó huir como pudo.

- ¡Itami-san! - Gritó Naryu.

Lyne era hábil al moverse, pero el monstruo no se preocupaba de ir destruyendo las cosas, así que terminó cercándola también.

- ¡¡YOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOKU!!

- ¡No te atrevas a tocarla -kisama! - Gritó Hartle, que se interpuso entre Lyne y el Yokuban, acompañada de Smartle.

-¡¡YOKU…!! - Gritó el monstruo. Entonces una gigantesca bola de acero se lo llevó por delante. - ¡¡…baaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!! - Gritó mientras volaba por el cielo. Se estrelló varios cientos de metros más allá, fuera de las obras.

Lyne y los pequeños miraron hacia la cabina de la máquina de demolición, donde Naryu saludaba.

- ¡Esto funciona mejor que el martillo! - Gritó con una sonrisa.

- ¡Dairaka-san! ¿Cómo la has activado? - Preguntó Lyne.

- ¡La fuerza bruta funciona mejor con inteligencia! - Respondió Naryu mientras bajaba.

- ¿Acabas de llamarme idiota o me lo parece a mí? - Le dijo Lyne cuando llegó abajo.

- Cosas tuyas… - Dijo Naryu con una traviesa sonrisa. Lyne le clavó un puñetazo en los abdominales. - ¡Ay!

- ¡El Yokuban no tardará en volver! - Dijo Smartle. - Siento tener que pedírselo, pero es absolutamente necesario. Ustedes tienen que ayudarnos a…

- ¡Vas demasiado lento! - Le dijo Hartle. - ¡Vosotras dos! ¡Sois las Guerreras Legendarias! ¡Pretty Cure!

- ¿Pretty Curry? - Dijo Naryu con un interrogante en la cabeza.

- ¡¡ESE CHISTE NUNCA TUVO GRACIA!! - Le gritó Hartle.

- El caso - Dijo Smartle. - Es que son ustedes las únicas que pueden derrotar a ese monstruo y salvar todos los mundos. ¡Sólo ustedes poseen el lazo entre la elegancia y el dolor que nosotros poseemos!

- ¿Elegancia y dolor? - Dijo Naryu extrañada. - ¿Qué lazo puede haber ahí?

- ¡No hay tiempo! - Dijo Hartle. Le tendió un extraño objeto a Lyne, a la par que Smartle se lo daba a Naryu. - ¡Transformaos!

- ¿¿En qué?? ¿¿Cómo?? - Dijo Naryu alterada.

De repente, Hartle se convirtió en una especie de haz de luz y se metió en ese extraño objeto.

- Todo fluirá como si lo hubieran hecho siempre, no se preocupen. - Dijo Smartle. Antes de convertirse en un haz de luz también, terminó diciendo. - ¡Adelante!

Tal y como dijo Smartle, todo fue fluido, como si fuera algo normal que hicieran siempre. Naryu y Lyne extendieron las manos que sostenían sus objetos, colocándose de espaldas una frente a lo otra, y dibujaron con el dedo un corazón en el cristal del centro del objeto. El objeto, ovalado, se abrió dividiéndose en 4 partes y liberando el cristal y provocando una explosión de luz blanca. Los cristales volaron, se entre cruzaron entre sí, dieron vueltas, y se introdujeron en el pecho de cada chica, sujetas por las manos y de espaldas una a la otra, que comenzaron a brillar cada una de un color, Naryu en azul, Lyne en rojo. Del punto en el que se introdujo el cristal salieron lazos que fueron envolviendo a las chicas y formando nuevos ropajes, que se iban materializando poco a poco. Finalmente, una vez ya transformadas, la luz blanca estalló difuminándose y dejando a las chicas en el aire brillando cada una de un color. Ambas aterrizaron en el suelo de pie y abrieron los ojos con una decisión fija en su mirada y dispersándose la luz que las envolvía.

- ¡El noble corazón que lucha con elegancia! - Gritó la Naryu transformada. - ¡Cure Elegance!

- ¡El destructor corazón que purifica con dolor! - Gritó la Lyne transformada. - ¡Cure Gore!

- ¡Aquellos que buscan la destrucción de los más bellos deseos…! - Dijo Elegance.

- ¡… Serán los que vean frustadas sus esperanzas! - Completó Gore.

- ¡¡KIMOKAKKOI!! - Gritaron las dos a la vez. - ¡¡PRETTY CURE!!



Preview: ¿Eh? ¿Cómo que somos Pretty Cure? ¡Itami-san, esto es muy raro! ¡Ni siquiera sé lo que son las Pretty Cure! ¡Y me gustaría saber por qué soy yo la que tiene que encargarse de ese monstruo!
Próximo capítulo: ¿¿Yokuban??¿¿Kimochi No Sekai?? ¿¿Pretty Cure?? ¿¡Pero qué es todo esto!? ¡¡Qué alguien lo explique!!

mi sige esperanod mas esta muy genial nya

XD me gusta!!!
Yo = estoy haciendo una temporada inventada de Pretty Cure!!! XD

Vamos Cure Gore al ataque! >o<

Me encanta este nuevo fic tuyo!
Quiero seguir leyendolo! ^^

Winter, que sepas que fue gracias a tu fanfic por lo que conocí este foro. Está genial! <3

Intentaré publicar la primera parte de cada capítulo los lunes y la segunda los jueves... Pero no prometo nada <3


Episode 2 - ¿¿Yokuban??¿¿Kimochi No Sekai?? ¿¿Pretty Cure?? ¿¡Pero qué es todo esto!? ¡¡Que alguien lo explique!!

- ¡El noble corazón que lucha con elegancia! - Gritó la Naryu transformada. - ¡Cure Elegance!

- ¡El destructor corazón que purifica con dolor! - Gritó la Lyne transformada. - ¡Cure Gore!

- ¡Aquellos que buscan la destrucción de los más bellos deseos…! - Dijo Elegance.

- ¡…Serán los que vean frustadas sus esperanzas! - Completó Gore.

- ¡¡KIMOKAKKOI!! - Gritaron las dos a la vez. - ¡¡PRETTY CURE!!

- ¿Eh? - Dijo Elegance mirándose con sus nuevas ropas. - ¿¡Pero esto qué es!?



- ¿Pero que ocurre aquí? - Dijo Elegance. - ¡Smartle! ¡Explíquese, por favor! ¿Smartle? - No veía al pequeño en ningún lado.

- Tal y como le había dicho, se ha convertido en una Guerrera Legendaria -gozaimasu. - La voz provenía del extraño aparatito que les había transformado, ahora guardado en una pequeña funda que colgaba de la cadera.

- Espera, ¿iba en serio? - Dijo Gore.

- ¡Pues claro! ¿Crees que éste es momento para bromear -kisama? - La voz era la de Hartle, que venía del aparato de Lyne. - Ahora sois Cure Elegance y Cure Gore respectivamente. ¡¡Vuestro objetivo es patearle el culo a ese Yokuban -kisama!! ¡¡Venga!!

- No me grites. - Le dijo seca y llanamente Gore.

- Itami-san… No, Cure Gore. - Dijo Elegance mirando a los ojos a su compañera. - No acabo de asimilar muy bien toda esta situación, pero creo que debiéramos hacer lo que dicen. De todos modos, quiero vengarme de este monstruo motorizado. ¿Tú también, verdad? - Le ofreció la mano. - Vamos.

Gore se le quedó observando, fija y penetrantemente. Después chocó su mano con la de Elegance y ambas se apretaron fuertemente. Claro, que Gore tenía más fuerza y Elegance hacía muecas para aguantarse el dolor. Gore no pudo reprimir una sonrisa.

- ¡¡YOKUBAN!!

El monstruo había vuelto a la carga y se lanzó con su sierra contra las chicas. Cuando las golpeó, sin embargo, las Pretty Cure, sin haberse soltado las manos, había usado las otras dos para apretar los laterales de la sierra rotatoria con sus plamas y, usando la fuerza de rozamiento, la habían parado. El Yokuban mostraba una expresión de asombro. Gore y Elegance levantaron la cabeza y miraron desafiantes y con una sonrisa al monstruo.

-¡¡WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO…!! - Las chicas comenzaron a girar sobre sí mismas, volteando al Yokuban.- ¡¡…OOOOOOOOOO!! - Y lo lanzaron hacia arriba.

El Yokuban voló alto, muy alto, hasta el punto de que las chicas para él se convirtieron en un mero punto. Entonces, hubo una pequeña nube de polvo en el suelo, y el Yokuban vió como Elegance subía volando a toda velocidad y le pasaba por encima.

- ¿Yoku…?

Elegance giró sobre sí misma y descargó una patada sobre el monstruo, disparándolo hacia abajo. El Yokuban bajó a gran velocidad, pero no llegó a tocar el suelo: Gore aparació balanceándose del cable de una grúa y le clavó un puñetazo, lanzándolo contra el edificio y hundiéndolo en una maraña de hierro y cemento que se desplomó sobre él.

Elegance aterrizó al lado de Gore despúes de que esta saltara de la grúa.

- ¿Tú crees que ya ha aprendido? - Dijo Elegance, agachada aún despúes de caer en el suelo.

- ¿Tú crees que ese bicho tiene pinta de aprender? - Le respondió.

- ¡¡YOKUBAN!!

La montaña de hierro y cemento bajo la que había quedado sepultado el Yokuban estalló, y el monstruo se alzó furioso y gritando.

- No, no tiene pinta. - Comentó Elegance.

- ¡¡Cuidado!! - Gritó Smartle desde el aparato.

El Yokuban tenía iluminados sus ojos, faros o lo que fueran. En el momento en que Smartle dio el aviso, el monstruó disparó un rayo de luz contra las Pretty Cure, que lo vieron llegar sin esquivarlo. Hubo una enorme explosión.

El Yokuban observaba la nube de polvo que se había levantado, de un tamaño considerable. Entonces, Gore salió de su parte inferior, corriendo por el suelo, mientras que Elegance salió de su parte superior corriendo por una viga.

- ¿¡YOKU!?

Las Pretty Cure alcanzaron al Yokuban. Gore saltó desde el suelo. Elegance desde la viga. Y ambas aterrizaron, desde diferentes direcciones pero al mismo tiempo, en el rostro del Yokuban concentrando toda su fuerza en las piernas.

- ¡¡BAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!! - Exclamó el monstruo, de dolor.

Las Pretty Cure se impulsaron desde la cara del Yokuban, yendo la una hacia la otra. Cuando se juntaron, pegaron el brazo derecho de Gore con el izquierdo de Elegance y lanzaron un puño conjunto contra él, con lo que monstruo cayó hacia atrás.

- ¡Chicas! - Dijo Smartle. - ¡Ahora -gozaimasu!

- ¿Ahora qué? - Dijo Elegance.

- ¡Usad vuestro ataque de poder combinado -kisama! - Respondió Hartle.

- ¿Tenemos de eso? - Preguntó Elegance.

-¡¡SÍ!! ¡¡USADLO YA -KISAMA!!

- Vale, vale…

Elegance y Gore cerraron los ojos, dejaron sus mentes en blanco y se dejaron llevar… Entrecruzaron sus manos y luego comenzaron a girar sobre sí mismas, soltándose las manos y alzándolas. De ellas ahora salía un lazo de luz que las unía. Mientras iban girando, el lazo también, formando una esfera. Cuando la esfera se completó, destelleó. En la bola luminosa podía verse como iba alternando el blanco con el azul y el rojo. Las chicas dejaron de girar sobre sí mismas para cogerse las manos que no tenían ocupadas.

- Esperanzas y deseos del mundo… - Dijo Gore.

- ¡Convertíos en nuestra fuerza para protegeros! - Completó Elegance.

- ¡¡PRETTY CURE!! - Gritaron al unísono. - ¡¡SENTIMENTAL BOND STREAM!!

Y lanzaron la esfera contra el monstruo.

El Yokuban fue arrollado por una giantesca bola que iba dejando tras de sí una estela entrelazada de otras dos, azul y roja. La energía que se llevaba por delante al monstruo iba empujando de la moto el espíritu maligno que la poseía, arrastrando al auténtico Yokuban y separándolo de la moto. Una vez lo separó por completo, pese a los intentos del monstruo para evitar ser arrasado por la energía, el Yokuban fue arrollado por ella y desintegrado, quedando sólo su marca de corazón inverso, resquebrajado y gris. Éste giraba sobre sí mismo, cambiando de color a blanco y reparándose sus gritas. Cuando dejó de girar, era un hermoso corazón blanquecino, sano, puro y latente. El corazón se desapareció en un pequeño estallido de luz.

Cuando desapareció la el corazón, también desaparecieron todos los daños causados después de la aparición de Yokuban. Las chicas habían vuelto a la normalidad, y tenían a Smartle y a Hartle en brazos. De sus caderas aún colgaba la funda con aquel aparatito. Naryu y Lyne se miraron y no pudieron evitar reírse.

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Simplemente fascinante ^^
Esto si que es un fanfic en condiciones. Con una buena trama, personajes bien definidos y mucha acción!!! =D
Sigue asi Elegance y sube mas, porfi!

P.D.: te he encontrado unas cuantas faltas de ortografía. En cuanto puedas arreglalos ^^

Cure Gore escribió:Simplemente fascinante ^^
Esto si que es un fanfic en condiciones. Con una buena trama, personajes bien definidos y mucha acción!!! =D
Sigue asi Elegance y sube mas, porfi!

P.D.: te he encontrado unas cuantas faltas de ortografía. En cuanto puedas arreglalos ^^

Arreglé algunas, pero cada día me manejo peor con este teclado. Gracias!!

XD me encanta!!! muy original, y como conocías la temporada de Winter???? eso me sorprendió...

me está gustando tu fanfic...

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- ¡Muy buenas tardes! Disculpen las molestias y muchas gracias por dejarme entrar.

Naryu se reverenciaba delante de la madre de Lyne, que había ido a abrir la puerta. La madre tenía el delantal puesto, por lo visto estaba cocinando algo.

- ¡Oh, que chica tan educada! - Dijo. - No seas tan formal, mujer. Estoy encantada de que Lyne tenga visitas, ya sabes, es tan reservada ella… ¡Pasa, pasa! La habitación de Lyne esta allí al fondo.

- ¡Muchas gracias! - Dijo Naryu con una sonrisa.

La chica picó a la puerta de Lyne y esperó a que le abriera la puerta. Aunque tuvo que abrirla ella, porque sólo obtuvo por respuesta un ¡Pasa!. Cuando entró, Lyne y Hartle estaban en el suelo sentadas, jugando a las cartas.

- Siéntate donde quieras. - Le dijo Lyne. - Acabamos esto y ahora estoy contigo.

- Tranquila, sin prisa. - Respondió Naryu. - Traje algo de picar, ¿dónde lo pongo?

- Encima de la mesa. Muchas gracias, luego traeré bebida. - Dijo, como pasando un poco del asunto. - Full.

- Mierda. Yo sólo tengo una pareja -kisama. - Dijo Hartle, tirando las cartas al suelo.

Naryu dejó la bolsa con patatas y otros dulces encima de la mesa, plegó su chaqueta encima de la silla del escritorio de Lyne, y se sentó sobre un cojín de rodillas. Esperó a que Lyne y Hartle acabaran la partida mientras acariciaba a Smartle, que estaba sentado en su regazo. Cuando Lyne volvió a ganar la última mano y Hartle comenzó a patear las cartas mosqueadas, Lyne se levantó a por bebidas y Hartle tuvo que recoger todas las cartas. Smartle se ofreció a ayudarla, y por bocazas terminó recogiéndolas todas. Naryu mientras abrió un par de bolsas, y Lyne llegó con una botella de agua, otra de refresco de cola y otra de refresco de naranja.

- ¿No tienes de limón? - Preguntó Naryu mientras Lyne dejaba las botellas al lado de la mesita.

- No. No me gusta el limón. - Naryu la miró como si estuviera viendo un monstruo pequeño y feo. -
¿Qué?

- No… Nada… - Dijo con un deje de sarcasmo. - Creo que tomaré refesco de cola.

- Para tí toda. - Le dio la botella, mientras ella empezó a beber a morro de la botella de naranjada.

Naryu se sirvió en un vaso un poco de cocacola, bebió un trago, y luego fue picando patatas con Lyne. Smartle mordisqueaba una galleta de té y Hartle tenía encajada en la boca una piruleta que a ella le venía enorme. Los Espíritus escuchaban mientras a las chicas hablar de trivialidades, de comics, de series de televisión… Cuando se acabaron las patatas, Naryu miró hacia Smartle, sentado en su regazo, le quitó la galleta que se iba a llevar a la boca y la sujetó con la suya.

- ¡Eh!

- Bfueno, efplícanof efo de que feamof Fretty Cure.

- ¿Eh?

Naryu lanzó con la boca la galleta al aire, la atrapó de nuevo con la boca, la masticó y se la tragó.

- Que nos expliques eso de que seamos Pretty Cure, qué sois, qué haceís aquí, qué era ese monstruo de ayer… Bueno, todo el cuento de ayer.

-Mmm… Bueno, me parece justo y normal -gozaimasu. Empezaré a explicarlo… Después de esta galletita. - Dijo Smartle, y extendió su manita para coger la última galleta de té. Pero Hartle se le adelantó y se la embutió en la boca. Smartle alternó la mirada de la bolsita vacía de galletas a la boca masticando de Hartle y empecó a lagrimear.

- Mi galletita…

Hartle le sacó la lengua llena de migajas.

- Tranquilo, hay otra bolsa. - Dijo Naryu, y sacó otra de la bolsa de plástico. La abrió y le metió a Smartle una galleta en la boca. Puso cara de felicidad. Ella se metió otra en la boca y puso la misma cara.

- Vaya estampa… - Dijo Lyne, suspirando.
…
- Bueno, como ya te comenté, Naryu-dono, ni Hartle ni yo somos de este mundo. Venimos de Kimochi No Sekai, del Mundo de los Sentimientos si lo prefieren -gozaimasu.

- No me suena. - Dijo Naryu sonriendo.

- Normal, no está en este plano universal. Vendría a estar en otro plano inaccesible normalmente para los humanos -kisama. - Dijo Hartle. - Allí cohabitan diversos seres en los que suele predominar un sentimiento determinado, que es lo que representan. Yo represento el Dolor… Y Smartle la Elegancia.

- ¿Desde cuando la elegancia es un sentimiento? - Dijo Lyne.

- ¡DESDE SIEMPRE! - Dijeron Naryu y Smartle a la vez. - ¡La elegancia es un sentimiento profundo, una forma de ser, un estilo de vida, un…!

- Vale, vale… Que nos despistamos…

- Ejem. - Smartle tosió para recuperar la compostura. - Bien, vayamos al grano. El caso es que recientemente se ha sucedido un conflicto en nuestro mundo -gozaimasu.

- ¿Conflicto?

- Sí. El Balance Kyoutai se ha fragmentado.

- Claro, ahora lo entiendo todo. - Dijo Naryu con sarcasmo.

- Permitidme ilustraros. El Balance Kyoutai es un objeto perteneciente a la Reina de las Emociones, que mantiene el equilibrio entre los sentimientos negativos y los positivos. Una alteración en él produciría una alteración universal entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la tristeza y la alegría -gozaimasu.

- Mejor, así hay más felicidad en el mundo.

- ¡No! - Dijo Hartle. - ¡Eso es un error -kisama! Por eso el Balance Kyoutai está en otro plano y no en este Universo. Un exceso de tristeza es tan malo como uno de alegría. El exceso de felicidad nubla la realidad de igual modo y trae el caos al mundo. Pero pocos en este mundo son conscientes de ello -kisama.

- El Balance Kyoutai contiene las esperanzas y deseos frustrados y cumplidos -gozaimasu. Ciertos deseos se cumplen, otros no; unos son buenos, otros malos, y eso mantiene el equilibrio. La Reina lo custodia, pero ése poder no procedede de ella -gozaimasu.

- Proviene de un ser llamado Nerien, que fue maldito y sellado -kisama. Fue condenado a cumplir deseos, sean malos o buenos, sean justos o injustos. El Balance Kyoutai distribuye los deseos cumplidos según el equilibrio lo requiera, por eso en ocasiones a la gente nunca se le cumple nada, y en otras tienen una racha de suerte -kisama.

- Pero Nerien sufre cada vez que cumple un deseo -gozaimasu. Eso le trae un gran dolor, castigo de un gran error que cometió en el pasado. Desgraciadamente… Descubrió la localización del Balance Kyoutai, oculta para él hasta el momento. Y envió a los Tsumikuma para atacarnos -gozaimasu.

- ¿Tsumikuma? - Preguntó Naryu.

- Son seres creados a través del poder de Nerien -gozaimasu. Son sus sirvientes y se encargan de cumplir sus órdenes, puesto que es el único medio que tienen para permanecer en el tiempo y el espacio -gozaimasu.

- La Reina trató de proteger el Balance Kyoutai, pero no pudo evitar que se fragmentara -kisama. Aun así, envió uno de los fragmentos a este Universo… Y nosotros vinimos a buscarlo. Pero no contamos con que enviara a los Tsumikuma a por él.

- ¿El bicho que nos atacó ayer era…?

- No, eso era un Yokuban -gozaimasu. Nerien los ha creado usando la mitad del Balance Kyoutai que consiguió, son la materialización de los deseos frustrados. Los Yokuban tienen doble función: impedir que consigamos la otra mitad del Balance Kyoutai, y causar la mayor frustración posible -gozaimasu.

- ¿Y qué sacan de eso? -Preguntó Lyne.

- No lo sabemos -kisama… Sabemos que, si el Balance Kyoutai está roto, los deseos han de ser canalizados hasta él, y por eso Nerien intenta canalizar hacia su mitad todos los deseos frustrados que pueda, para alterar el equilibrio, ¡pero no sabemos por qué -kisama! ¡Y ahí es donde entrais vosotras -kisama!

- ¡Vuestra misión como Pretty Cure es mantener el equilibrio del universo, canalizando los deseos cumplidos hacia la otra mitad del Balance Kyoutai e impidiendo que Nerien salga con la suya -gozaimasu!

- ¿Y cómo lo hacemos?

- El problema es que nosotros sólo podemos retener un deseo más -gozaimasu. El de ayer lo retiene Hartle, pero en cuanto derrotéis a un Yokuban más, no podremos mantener más deseos, y los Tsumikuma podrán reutilizarlos cuanto quieran. Por eso, lo primero que debemos hacer es recuperar la otra mitad del Balance Kyoutai… ¡El Yang Kyoutai -gozaimasu!



Preview: De excursión, de excursión, nos vamos de excursión… ¡Y unas narices! ¡Nos vamos a patear media ciudad buscando un contenedor! ¡Eso no es una excursión! ¿Verdad, Itami-san? ¡Y encima, aparecen los Tsumikuma cuando lo encontramos!
Próximo capítulo: ¡Comienza la vida como Guerreras Legendarias! ¡El Yang Kyoutai, objeto de poder!




A Summer: Pues me gusta buscar por internet Pretty Cure inventadas, y vi el fic ^^

XD Me encanta lo de: Mi galletita......

Inteligente...buscar sobre cures inventadas....eso lo hize tambien pero habñían en inglés...

Muy bueno de Smartle me parti de risa con eso de la galletita xD
¿Has vuelto a usar a Nerien para este fic? O_o

El siguiente capitulos iremos d eexcursion! Bieeen! ^^

Winter, me gusta buscar todas las Pretty Cure que pueda... De hecho, pensaba que tu fanfic era de unas Pretty Cure de las estaciones que me enseñaron que estaban genailes, pensábamos que eran de la nueva temporada... xDD

Gore, pero si ya sabes quienes son los Tsumikuma y ya viste el dibujo de Nerien con ellos!! xDDD
Además, le saqué poco partido en otros seriales... Quiero convertirlo en personaje épico! >o<


Episode 3 - ¡Comienza la vida como Guerreras Legendarias! ¡El Yang Kyoutai, objeto de poder!

- ¡Bueno chicos, atended!

Un autobús escolar atravesaba las calles concurridas de gente. Hace apenas unos días, en el Instituto Negai, habían comunicado a los alumnos de que se haría una excursión para que los estudiantes nuevos -que por lo general solían ser unos cuantos- conociesen la ciudad en la que habían decidido continuar sus estudios. Todos los alumnos de Preparatoria se unieron a la excursión, y ahora el autobús, como era predecible, estaba revolucionado.

- ¡¡ATENDED!! - Gritó Kotobuki-sensei.

El autobús quedó en silencio de forma progresiva con los murmullos del eco de los alumnos: “Pssssss, callad”, “Eh, que la profesora quiere hablar”. En pocos segundos todo el autobús atendía completamente. Bueno, no todos. Kotobuki-sensei observaba a Lyne y Naryu que, ajenas a todo, compartían los auriculares del reproductor de música de la segunda, y cantaban juntas el Opening de Keroro.

- ¡Itami-san! ¡Dairaka-san! - Dijo la profesora, quitándoles los cascos.

- ¡Eh! - Dijo Lyne.

- ¡Intento hablar con vosotros!

- ¡Ups! Perdone, Kotobuki-sensei. - Dijo Naryu, bajando la cabeza. Hubo alguna risa en el fondo.

La profesora suspiró.

- Escuchadme, chicos. En unos minutos bajaremos en el Parque Central. A partir de ahí, tendréis 20 minutos para daros una vuelta, y luego nos reuniremos en el centro del parque. Allí observaremos la biblioteca y luego iremos de nuevo al autobús, os guiaremos un poco por la ciudad, bajaremos a observar los lugares que más podais necesitar en este curso, y luego volveremos a clase, ¿está claro?

- ¡Síiiiiii! - Dijeron los alumnos al unísono.

- Que te lo has creído. - Dijeron Lyne y Naryu por lo bajo al unísono.



El parque era una enorme zona verde elevada a la que se accedía por unas escaleras y que incluía zona de juego, grandes áreas de césped, jardines, zonas llenas de árboles, bellos paseos y hasta comedores de pic-nic. Era tan grande que en algunas zonas del parque éste era cortado por un río, y las partes del parque se unían por puentes. En el centro del parque hay una preciosa fuente en un laberinto de flores y con quioscos alrededor, donde la gente podía sentarse a ver la fuente.

- Bien, teneis 20 minutos, id en grupos o, como mínimo, que cada alumno nuevo esté con uno que ya lleve aquí más tiempo. ¡Aprovechad!

- ¡Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

Casi todos los alumnos se disgregaron, en su mayoría dirigiéndose hacia la fuente del parque, otros hacia los jardines, algunos aprovecharon los cerezos que aún quedaban en flor y fueron a disfrutar del romanticismo de los paseos. Naryu y Lyne aprovecharon en el momento en el que Kotobuki-sensei hablaba con un alumno para meterse en lo profundo de la arboleda.

- ¡Smartle! ¡Hartle! - Dijo Naryu en una especie de gritos susurrados. - ¡Estamos aquí!

Esperaron un poco, hasta que Smartle y Hartle salieron de entre los arbustos, sacudiéndose hojas y ramitas.

- No entiendo por qué tuvimos que venir por nuestra cuenta -kisama - Dijo Hartle, mosqueada.

- No nos dejaban llevar mochila… - Dijo Naryu sonriendo a modo de disculpa.

- ¿¡Pero por las alcantarillas!? - Se quejó Hartle.

- No es normal ver peluches andando por la calle. - Dijo Lyne.

- Ya, pero podíamos haber ido en los Cure Pods, ¿no? - Dijo Smartle, sacudiéndose las ramas del brazo.

Las chicas le miraban extrañadas. Hartle le fulminaba con la mirada.

- ¿QUÉ? ¿QUÉ PODÍAMOS HABER IDO AHÍ -KISAMA?- Le dijo, fulmiándolo con los ojos.

- Pero… Si ya lo dijo la Reina… Pensaba que lo sabías, -gozaimasu… - Dijo Smartle, muerto de miedo.

- ¡IDIOTA! - Hartle se le tiró encima y comenzó a tirarle por las orejas. - ¡HE IDO POR UN CONDUCTO DE MALA MUERTE POR TU CULPA, -KISAMA! ¡TE MATO!

- ¡Vale, vale! - Dijo Naryu, cogiendo a Hartle y dándosela a Lyne. Ella cogió a Smartle y le acarició la cabeza. - Así que, ¿estos aparatitos se llaman Cure Pods?

- Sí, -gozaimasu. Pero vayamos al grano, ¡tenemos que buscar el Yang Kyoutai!

- Cierto… Veamos… Habíais dicho que lo más probable es que estuviera en algún lugar donde abundara la petición de deseos… Mmm…

- En la fuente a veces tiran monedas. - Dijo Lyne. - Podríamos mirar ahí.

- ¿Sí? ¡Vamos!

Lyne y Naryu, con Hartle y Smartle en brazos, atravesaron la arboleda y llegaron hasta el laberinto de la fuente. Aunque estaba señalizado, era un engorro, llevaba algún tiempo atravesar el laberinto. Smartle y Hartle aprovecharon su pequeño tamaño y atravesaron las paredes de enredadera y arbusto del laberinto para llegar a la fuente, pero tuvieron que mantenerse escondidos en el último arbusto porque había gente en los quioscos. Se llevaron un susto cuando los cogieron por detrás y los sacaron del arbusto, pero eran Lyne y Naryu.

- ¡Está ahí -gozaimasu! - Dijo Smartle.

- ¿En serio? - Dijo Naryu, sorprendida.

- ¡Sí! ¡Está enganchado en las manos de uno de los ángeles de las estatuas -kisama!

- ¡Vaya! ¡Sí que ha sido fácil! - Dijo Naryu.

- Ya, fácil. ¿Y cómo lo cogemos? Hay un montón de gente, y dos cámaras. - Dijo Lyne.

- Tú déjale al cerebro, fuerza bruta. - Dijo, con una sonrisa.

Naryu salió del laberinto frontándose un chichón de la cabeza y se dirigió a la gente de la fuente.

- ¡Eh! ¡Que Kotobuki-sensei ha mandado volver ya!

- ¿Qué? ¡Si sólo han pasado 10 min!

- ¡Sí, pero resulta que vamos retrasados! ¡Reagrupaos!

Los chicos y chicas del grupo se levantaron de donde estaban sentados a regañadientes y fueron saliendo en fila por el laberinto. Naryu fingió ir por la otra salida, pero se escondió cuando no miraban donde estaba Lyne. Las chicas salieron cuando ya no hubo nadie.

- Vale, ya no hay gente. ¿Y las cámaras -gozaimasu?

…

- ¿Quién te mandaba preguntar, Smartle? ¿Quién te mandaba -kisama? - Gritó Hartle a Smartle mientras ambos trepaban por los postes de las cámaras. Cuando llegaron arriba, se las apañaron y se colocaron delante del foco para taparlo con su barriga.

- ¡Vale, ahora tenemos unos minutos, así que venga, corriendo a por el Yang Kyoutai!

Lyne se puso en el borde de la fuente de pie y cogió a Naryu de la mano. Luego, cuando ésta estuvo en el borde, Naryu se subió a la espalda de Lyne y luego se montó en sus hombros.

- Ya… Llego… Un poco más… - Naryu se estiraba intentando coger el objeto. - Ya… ¡Ya! ¡Lo tengo! ¡Es mío!

-¡Dairaka-san! ¿Por qué has dicho que volvieran todos antes de tiempo? - Se oyó la voz de
Kotobuki-sensei a punto de entrar en el centro del laberinto, donde estaba la fuente.

- ¡Maldición! - Dijo Naryu, irguiéndose de golpe. Por culpa de eso, Lyne, que no se esperaba el movimiento, se tambaleó y Naryu cayó en el agua.

- ¡Dairaka-san! ¿Estás ahí? - Kotobuki-sensei entró en el recinto de la fuente. - ¡Dairaka-san! ¿Qué haces ahí?

- Me he caído. - Dijo sonriendo.

…

- Buf, menos mal que Kotobuki-sensei tenía una toalla.

- Sí, anda que… Qué bueno. - Dijo Lyne, riéndose.

- Tú ríete, que es tu culpa. - Dijo Naryu. - ¿Le diste el Yang Kyoutai a los peques?

- Sí, lo tiré a un arbusto cuando Kotobuki-sensei no miraba.

- ¿Tú? ¿Tú lo tiraste?

- Sí, ¿por qué?

- Pues porque fijo que no se paró en el arbusto. - Dijo Naryu secándose.

- ¿Qué quieres decir? Vas a volver a cobrar…

- ¡Naryu! - Dijo Smartle. Se había subido al autobús sin que nadie mirase con Hartle, que estaba rabiosa. - ¡El Yang Kyoutai ha rodado hasta la zona de puentes del parque y ha caído en el río -gozaimasu!

- ¡Oh, no me fastidies!

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wow esta buenisimo!!! MI KIERE MAS!

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- ¡Nos la vamos a cargar!

- ¡Mala suerte! ¡Esto venía en el papel de Pretty Cure -kisama!

- ¡Yo no he firmado ningún papel con letra pequeña! - Dijo Naryu. - ¡Lo justo es que nos hubiérais contado que esto podría pasar!

- ¡Si ni nos lo planteamos! ¡No sabíamos dónde estaba! ¡Y tampoco preguntaste -kisama!

Naryu y Lyne habían salido a hurtadillas del autobús cuando Kotobuki-sensei y los otros profesores buscaban y reunían a los alumnos para volver a subir al vehículo. Se habían ido al tramo del río donde Smartle y Hartle habían visto caer el Yang Kyoutai corriendo y escondiéndose para que no las vieran.

- ¿Aquí es donde se os cayó? - Dijo Lyne.

- Para que se les cayase, primero tenían que haber llegado a tocarlo. - Dijo Naryu con una sonrisa sarcástica.

- Oh, que te…

- ¡No empecemos -gozaimasu! - Interrumpió Smartle. - ¡Hay que encontrar el Yang Kyoutai rápido -gozaimasu!

- Mmm. - Dijo Lyne. Buscó una piedra entre la hierba y, cuando encontró una, la lanzó contra un árbol de la otra orilla.

- ¡Itami-san! - Naryu la riñó. - ¿A qué vino eso?

- Mira.

La piedra rompió una pequeña rama del árbol, que cayó hacia el río. La rama fue llevada por la corriente del río hacia la derecha desde el punto de vista de las chicas.

- Ahora ya sabemos la dirección del río.

Naryu la miró con cara rara.

- ¿En serio? ¿Tenías que cargarte una rama para eso? ¿No podías haber tirado una hoja muerta?

Lyne la miró.

- Es más divertido así.

Naryu se llevó la mano a la cara.

- Vámonos, anda…

Lyne y Naryu fueron siguiendo el transcurso del río, buscando algún rastro del Yang Kyoutai. Buscaron también en arbustos y otros lugares en los que hubiera podido engancharse. Naryu se tuvo que quitar bichos de la boca un par de veces, mientras Lyne se moría de risa. Sin embargo, no encontraron nada en el parque. La valla del fin del recinto del parque llegó antes que la aparición del Yang Kyoutai.

- Mierda. ¿Y ahora qué -kisama? ¿Dónde continúa el río?

- Pues… Si mal no recuerdo… Sigue por una finca privada que lleva abandonada varios años… Y luego… Un templo de las afueras… Luego va por las afueras y de ahí en adelante no lo sé. - Dijo Lyne.

- Oh Dios, esperemos que no haya pasado del templo… Un momento… Creo quen pasé por ahí en el coche cuando nos mudamos… ¿No tenía una noria?

- Sí, creo que sí. ¿Por qué?

- Bueno, siendo un objeto tan poderoso, esperemos que no se haya roto… - Dijo Naryu. - Pero creo que debe de estar allí atascado.

- ¡Pues vamos -gozaimasu!

Las chicas tuvieron que dar la vuelta para buscar una salida del parque, pues la valla culminaba en puntas bastante viejas y oxidadas. Cuando llegaron a la plaza del parque donde estaba el autobús, se escondieron entre los árboles y arbustos, pero luego vieron que el autobús ya se había ido.

- ¡Nos han dejado aquí! -Dijo Naryu.

- ¿No era esa la idea? - Le dijo Lyne.

- Ya, pero no pensé que fueran tan ruines…

Salieron de su escondite y del parque. Lyne intentó localizarse y fue guiando a Naryu hasta el templo en cuestión. Naryu iba mirando las calles, establecimientos, coches… Le gustaba ir observando lo que había en ciudades que nunca había estado. Le llamó la atención una juguetería en la que quería entrar, pero Hartle pegaba voces y la gente las miraba, así que Lyne le hizo una llave para sujetarla y la arrastró con ella mientras Naryu se quejaba de que quería ir a ver peluches.

- ¡Oh, deja de dar el espectáculo! ¡Tenemos cosas que hacer!

- ¡Pero si son sólo dos minutitos! ¡Joooo! ¡Mala!

- ¡Ni dos minutos ni nada! ¡Cuando hayamos llegad…! Mierda.

- ¿Qué pasa? - Naryu dejó su rabieta a un lado, movida por la curiosidad. Se soltó de la llave de Lyne y observó hacia delante. - Oh, maldición…

El autobús estaba aparcado delante del templo.

- Nos la vamos a cargar como entremos ahora.

- ¿Y qué hacemos -gozaimasu?

Naryu adoptó una pose heroica.

- ¡A los arbustos! - Dijo, y tras acabar su pose y se metió de lleno en los arbustos del templo.

- Esto… Dairaka-san… - Dijo Lyne, poniendo cara de paciencia. - Eso son zarzas.

- Me parecía. - Dijo desde el arbusto. - Ay.

Tras salir Naryu cubierta de pinchos, Lyne y ella miraron desde la puerta a ver si se veía al grupo, y tras comprobar que no, se metieron en el recinto y se escondieron detrás de otros arbustos, que no tenían pinchos. Luego continuaron avanzando de cuclillas hasta llegar al templo, donde los profesores y un sacerdote hablaban a los estudiantes acerca de él. Smartle señaló encima de la caja de ofrendas, donde reposaba el Yang Kyoutai.

- ¡Hay que cogerlo -gozaimasu!

- ¿Pero cómo?

- Podríamos esperar a que el grupo continuase y luego cogerlo…

- ¡Eh, oiga! ¿Qué se cree que hace? - Oyeron decir al sacerdote.

Las chicas miraron hacia el templo. Una mujer con un traje negro, muy ceñido y con minifalda, que la hacía parecer muy sexy -de hecho, los chicos de la clase estaban babeando-, pelirroja, se había puesto delante de la caja de ofrendas y el sacerdote le había cogido la mano cuando ésta intentanba coger el Yang Kyoutai.

- Eso es mío.

- ¡No puede cogerlo así porque sí! ¡Es una joya que encontramos en el templo! ¡Es nuestra!

- No.

La mujer se liberó del brazo del sacerdote y lo agarró por el cuello, lo levantó y lo tiró contra el grupo de estudiantes.

- ¿¡Pero qué hace!? - Gritó Kotobuki-sensei.

- No se meta y no le pasará lo mismo. - Dijo la mujer.

La mujer se dispuso a coger el Yang Kyoutai, pero vio que estaba sujeto a un lazo al que antes no estaba. Cuando se dio cuenta, la cuerda se tensó y se llevó volando al Yang Kyoutai. Naryu saltó de entre los arbustos y lo cogió al vuelo. Lyne le desató la cuerda que había acertado al lanzar, como en al antiguo oeste, con una cuerda que le dio Naryu.

- ¿Pero qué? - Dijo la mujer.

- ¿Dairaka-san? ¿Itami-san? - Dijo Kotobuki-sensei.

Hartle salió de la espalda de Lyne y le sacó la lengua.
- ¡Vosotros! - Dijo la mujer.

- ¡Adieu, mon cheri! - Dijo Naryu, lanzándole un beso. Acto seguido, ella y Lyne salieron corriendo con el Yang Kyoutai.

- ¿Acabas de hablar en francés? - Le dijo Lyne.

- Sí, no sé por qué lo he hecho, lo odio…

Lyne y Naryu escaparon del recinto y volvieron sobre sus pasos, dirigiéndose al parque. Allí trataban de despistar a aquella extraña mujer aprovechándose de los numerosos obstásculos y escondites. Tras dar tres vueltas al parque, se refugieron en un claro que se localizaba cerca de la valla que daba al solar abandonado.

- ¿La hemos perdido? - Dijo Naryu.

- Debiéramos. - Respondió Lyne.

- ¡Dadme el Kyoutai! - Dijo la mujer.

Había aparecido de golpe en el solar. Las chicas se sorprendieron.

- ¿Cómo diantres ha hecho eso?

- Dadme el Kyoutai, niñas. Es peligroso. Os podríais hacer daño. - Dijo sonriente. - Yo lo cuidaré, no os preocupéis.

- Ponle un dedo al Kyoutai. - Lyne cerró su puño. - Y te reviento aquí mismo.

- Hala, qué directa. - Dijo Naryu.

- Malditas crías… - La mujer se cabreaba.

- ¡Tengo una mala sensación -gozaimasu! - Dijo Smartle.

- ¡TSUMIKUMA! - Gritó Hartle.

La mujer se lanzó propulsada hacia delante envuelta en energía roja. Las chicas se apartaron a un lado antes de ser derribadas, y rodaron por el suelo. Cuando se pusieron en pie, la mujer había frenado y cambiado por completo. Llevaba un provocador vestido corto que más bien parecía que se hubiera envuelto en unas cintas rojas. Llevaba adornos redondos en las muñescas y ahora tenía unos profundos y amenzantes ojos verdes, con unas marcas amarillas debajo, así como un pelo mucho más largo, de un rojo intenso, y con mechas amarillas.

- Qué narices, ¿los Tsumikuma son humanos?

- ¿¡Qué tiene de humano ese ataque!? - Dijo Lyne.

- ¡Sólo lo aparentan -gozaimasu!

- ¡Dadme el Kyoutai, crías! ¡Pertenece a Nerien-sama! - Dijo la mujer.

- ¡No! - Dijo Hartle. - ¡Le pertenecen a la Reina de los Sentimientos -kisama!

- ¡Esa bastarda sólo se aprovecha de Nerien-sama!

- ¡Lo que se merece ese capullo -kisama! ¡Y tú no se lo vas a quitar, Jounen!

- ¡Chicas! ¡Transformaos -gozaimasu!

Smartle y Hartle se convirtieron de nuevo en luz y se metieron en los Cure Pods. Naryu y Lyne extendieron las manos que sostenían sus objetos, colocándose de espaldas una frente a lo otra, y dibujaron con el dedo un corazón en el cristal del centro del Cure Pod. El objeto se abrió dividiéndose en 4 partes y liberando el cristal y provocando una explosión de luz blanca. Los cristales volaron, se entre cruzaron entre sí, dieron vueltas, y se introdujeron en el pecho de cada chica, sujetas por las manos y de espaldas una a la otra, que comenzaron a brillar cada una de un color, Naryu en azul, Lyne en rojo. Del punto en el que se introdujo el cristal salieron lazos que fueron envolviendo a las chicas y formando nuevos ropajes, que se iban materializando poco a poco. Finalmente, una vez ya transformadas, la luz blanca estalló difuminándose y dejando a las chicas en el aire brillando cada una de un color. Ambas aterrizaron en el suelo de pie y abrieron los ojos con una decisión fija en su mirada y dispersándose la luz que las envolvía.

- ¡El noble corazón que lucha con elegancia! - Gritó la Naryu transformada. - ¡Cure Elegance!

- ¡El destructor corazón que purifica con dolor! - Gritó la Lyne transformada. - ¡Cure Gore!

- ¡Aquellos que buscan la destrucción de los más bellos deseos…! - Dijo Elegance.

- ¡… Serán los que vean frustadas sus esperanzas! - Completó Gore.

- ¡¡KIMOKAKKOI!! - Gritaron las dos a la vez. - ¡¡PRETTY CURE!!

- Hala, otra vez de esta guisa… - Suspiró Naryu.

- ¡Vosotras! - Dijo Jounen, señalándolas. - ¡Sois las que derrotaron al Yokuban! ¡Pagareis el haber desafiado a Nerien-sama! - Extendió la mano hacia arriba y la abrió. Una pequeña luz gris oscuro, como si estuviera consumida, levitaba sobre su palma. - ¡YOKUBAN! ¡APARECE!
La luz se convirtió en una especie de relámpago que se alzó hacia el cielo. Allí desapareció. Pasaron unos segundos, sin que pasara nada.

- … - Elegance miraba hacia el cielo. - Me parece que no funciona.

- ¿Has probado a ponerle pilas? - Dijo Gore sarcástica.

- ¡Ja! Esa ha sido buena.

Del cielo cayó entonces un gigantesco monstruo.

- ¡¡YOKUBAN!!

Era tan grande como el del otro día, pero éste era diferente. El objeto que había poseído era la caja de ofrendas del templo. Su cuerpo se componía principalmente de la caja de ofrendas, y poseía dos cordones del cascabel para llamar a los dioses como brazos y otros dos como piernas. La boca la conformaban las ranuras para echar dinero.

- ¡Yokuban! - Dijo Jounen. - ¡Elimínalas!

- ¡YOKUBAN!

El Yokuban levantó su brazo como un látigo y lo descargó contra las Pretty Cure. Éstas salieron volando y se golpearon contra la valla metálica.

- ¡Ay! ¡Dios, eso ha dolido! - Dijo Elegance.

- ¡Cuidado! - Dijo Gore.

El Yokuban comenzó a disparar monedas de su boca contra las chicas. Éstas se giraron sobre sí mismas, pusieron sus pies contra la valla y saltaron cada una en una dirección. Aterrizaron cada una en un lado opuesto al monstruo.

- ¡Bueno, yo ya estoy harta! ¡Tanto Yang Kyoutai! ¡Quiero ir a casa y ducharme! - Dijo Elegance. - ¡Gore, acabamos esto!

El Yokuban se giró hacia Elegance. La Pretty Cure de la Elegancia saltó y se propulsó contra el Yokuban. Éste comenzó a disparar monedas contra ella, pero Elegance se abría paso moviendo rápidamente sus brazos y golpeando las monedas que llegaban. Justo delante del monstruo, Elegance se giró, movió su pierna y le clavó una patada al Yokuban. Éste se arqueó y salió disparado contra Gore. Ésta se agachó, pero no dejó que el monstruo pasara de largo. Lo agarró por una pierna y comenzó a voltearlo con todas sus fuerzas, hasta el punto de que parecían ambos una especie de peonza gigante girando descontrolada. La Pretty Cure del Dolor lo soltó de improviso y el monstruo voló contra unos árboles, derribándolos al estrellarse.

- Yoooooooooooo…Kuuuuuuuuu… - Dijo el monstruo, mareado.

- ¡Gore! - Dijo Elegance, colocándose al lado de su compañera.

- Sí. - Le respondió.

Elegance y Gore cerraron los ojos, dejaron sus mentes en blanco y entrecruzaron sus manos. Luego comenzaron a girar sobre sí mismas, soltándose las manos y alzándolas. De ellas ahora salía un lazo de luz que las unía. Mientras iban girando, el lazo también, formando una esfera. Cuando la esfera se completó, destelleó. En la bola luminosa podía verse como iba alternando el blanco con el azul y el rojo. Las chicas dejaron de girar sobre sí mismas para cogerse las manos que no tenían ocupadas.

- Esperanzas y deseos del mundo… - Dijo Gore.

- ¡Convertíos en nuestra fuerza para protegeros! - Completó Elegance.

- ¡¡PRETTY CURE!! - Gritaron al unísono. - ¡¡SENTIMENTAL BOND STREAM!!

Y lanzaron la esfera contra el monstruo.

El Yokuban fue arrollado por una giantesca bola que iba dejando tras de sí una estela entrelazada de otras dos, azul y roja. La energía que se llevaba por delante al monstruo e iba empujando al espíritu maligno del objeto que poseía, arrastrando al auténtico Yokuban y separándolo de la caja de ofrendas. Una vez lo separó por completo, pese a los intentos del monstruo para evitar ser arrasado por la energía, el Yokuban fue arrollado por ella y desintegrado, quedando sólo su marca de corazón inverso, resquebrajado y gris. Éste giraba sobre sí mismo, cambiando de color a blanco y reparándose sus gritas. Cuando dejó de girar, era un hermoso corazón blanquecino, sano, puro y latente. El corazón se desapareció en un pequeño estallido de luz.

- ¡Tsk! - Dijo Jounen. - Tengo que informar a Nerien-sama…

Saltó del árbol al que estaba subida y desapareció.

…

- ¡Chicas! ¿Dónde habéis estado? ¡Os llevamos buscando todo el día! - Dijo Kotobuki-sensei.

- Y nosotras a vosotros, sensei. - Dijo Naryu con una sonrisa en la cara.

- ¿Qué?

Naryu seguía sonriendo. Habían vuelto al templo, donde todos esperaban a las chicas. Ya estaba atardeciendo. La policía había venido a inspeccionar qué había ocurrido, pero los presentes habían quedado incosncientes con la aparición del Yokuban y se habían despertado poco antes. La gente no recordaba más que el hecho de que alguien había robado el objeto.

- Bueno, no importa. Habéis recuperado el objeto, así que supongo que no pasa nada. Devolvédselo al señor sacerdote. Es suyo.

- No, no, Kotobuki-sensei. Es mío.

- ¿Perdón? - Dijo el sacerdote. El agente de policía que estaba con ellos arqueó una ceja.

- Lo encontró en el río, ¿no? Se me cayó a mí.

- ¿Cómo puede desmostrar eso, señorita? - Dijo el agente.

- Mire. - Le extendió una etiqueta atada en el Yang Kyoutai. Estaba aún algo húmeda y con barro, y se leía “Perteneciente a la familia Dairaka”.

- Oh… - Dijo el sacerdote. - Lo lamento, no vi eso cuando lo cogí del río.

- ¿Y el ladrón? - Dijo el agente.

- ¿Ladrón? ¡Era la tía de Itami-san!

- ¿Qué? - Dijeron todos. Lyne miró a Naryu con una mirada fulminante.

- Sí, lamentamos que se haya portado como lo hizo, le pedimos disculpa. Nos estaba ayudando a encontrar esta reliquia familiar, que se nos había caído del coche cuando veníamos, y cuando lo vió en el templo y que el sacerdote lo tenía expuesto, se mosqueó. Nos llevamos el orbe para que no montase un espectáculo. Le pido disculpas de nuevo.

- Sí… - Dijo Lyne, mosqueada. - Perdón…

- Bueno, asunto arreglado. Chica, dile a tu tía que se controle. Buenas tardes. - Dijo el agente. Llamó a los demás y se fueron.

El sacerdote aceptó las disculpas y Kotobuki-sensei llamó a los alumnos para que se subierna al bus. Lyne y Naryu iban detrás del grupo.

- ¿Cómo es que el yang Kyoutai tiene una etiqueta con tu apellido? - Dijo Lyne.

- ¡Oh! Es que en el día de la mudanza me aburría en el coche y se la quité sin querer a una maelta. Me la guardé en el bolsillo. Me acordé, así que la metí en el río un poco para embarrarla y mojarla, la sacudí un poco y se la até al Kyoutai cuando veíamos. Luego improvisé sobre la marcha.

- Oh, genial, buena idea… - Dijo Lyne. - Por cierto… - Lyne la clavó una colleja en el cuello a Naryu.

- ¡Ay!

- Eso por emparentarme con los Tsumikuma.

- Mujer, es que tiene mala leche y parecía más creíble siendo tu tía que la mía…

- Me pido ventanilla. - Lyne se adelantó y subió al autobús.

- ¡No! ¡Itami-san, no seas mala! ¡Que ya te he dicho que yo me mareo en bus! ¿Itami-san? ¡Itami-saaaaaaaaan!



Preview: ¡Empiezan los torneos entre institutos! ¿Hay ganas de verlo,verdad? El equipo de kárate consiguió llegar a la final, pero ahora temen al instituto real. ¿Pero por qué? ¡Si el año pasado ganaron! ¿Eh? ¿¡Que Itami-san era el arma secreta y se retiró!?

Próximo capítulo: ¡Campeonatos en la última fase! ¡Killer Lyne, combatiente invencible!



Lo siento!! Se me olvidó subirlo ayer!! D=

o.0 sugoiii!

No esperaba que nadie comentara aquí O.O

Gracias por el comentario, la serie está paralizada por falta de tiempo. ^^

La verdad, no se porque tarde tanto tiempo en pasarme por aqui. He de edecir en mi favor que no me acordaba de donde estaba ^^''
Un tercer capitulo! Bieeen! ^w^
Muchas gracias por todo el esfuerzo y por favor continua asi!

Meh, con la falta de tiempo tengo este serial muerto de risa... Además, no estoy muy inspirado... Pero tengo ya el cuarto capítulo (con muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho retraso, espero me perdonéis!)


Episode 4 - ¡Campeonatos en la última fase! ¡Killer Lyne, combatiente invencible!

- ¿¡Pero qué es este montón de papeleo pegado al tablero!?

Naryu no dejaba de señalar al tablón de anuncios de la clase tras gritar eso, pese a que estaba claro a que lo se refería: no sólo por estar delante del tablero, si no porque era el único de todo el aula. Su cara de sorpresa era notable, y más que ‘dramatizar’ como acostumbraba a hacer en compañías que valoraba, parecía realmente impactada tras llegar a clase y encontrarse con todo eso de buena mañana.

- Propaganda. - Se limitó a responder Lyne, lanzando su maleta contra su mesa. Pasó por encima de la del profesor y, tras golpear contra su silla, cayó contra el suelo.

- ¿¡Pero por qué hay propaganda en un Instituto!? ¿¡Y por qué hay tanta!?

- Clubes. - Se limitó a añadir Lyne mientras caminaba hacia su mesa. - Ahora empiezan los torneos, si mal no recuerdo.

- ¡Si os pegan tanta publicidad, lo raro es olvidarse! Por Dios, con esto yo empapelo mi casa. - Dijo Naryu, mostrando su opinión ante la exageración de publicidad. -

- ¡Es que en los torneos se decide todo! - Gritó el delegado, iniciando un discurso lleno de pasión y arrojo. - ¡El honor y prestigio de los institutos de la ciudad dependen del inestimable trabajo que hayan realizado los miembros de cada club, que será probado en diferentes enfrentamientos escalonados por cada categoría para superar a los demás y alzarse como único e inestimab*PRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRTTTTTT*

Uno de los chicos sentados al fondo, que estaba hasta hace nada hablando de lo suyo con sus compañeros, se dignó a interrumpir su conversación para interrumpir a su compañero con una pedorreta con las manos. Al delegado, que gesticulaba y posaba con dinamismo para enfatizar su discurso, se le vino el mundo encima quedándose paralizado en silencio.

- ¡Todos los años el mismo rollo! - Dijo uno del grupo del de la pedorreta. - Dairaka-san, la cosa se resume en que los clubes van a por los premios que dan, además de las subvenciones que da el instituto a los equipos en mejores posiciones; y los institutos que ganan adquieren más fama y prestigio. De ahí que le den tanta importancia.

- A nosotros no nos afecta, dado que ni suspenden las clases… Los torneos son de tarde… - Añadió otro. - Encima, no todos los clubes pueden participar. Aquí hay un club de Encaje, pero no lo hay en ningún otro instituto, así que a ellos no les importa.

- Qué falta de espíritu, señores. - Dijo Naryu, suspirando. - ¿Verdad, Itami-san?

- Mmm - Respondió Lyne, que había sacado un manga y lo estaba leyendo, pasando de la conversación.

- Meh. Para qué me molesto, si a mí tampoco me incumbe. - Naryu se sentó en su sitio, detrás de Lyne, y comenzó a prepararse para la clase, que estaba a punto de empezar.



- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayaayayayayayayay! - Naryu intentaba zafarse de Lyne, que le había cogido el brazo derecho y se lo estaba retorciendo por la espalda. - ¡Vale, perdona! ¡No lo volveré a hacer!

- Ya llevas dos semanas, y mira que sabes lo que te espera. ¡Que dejes de pincharme con el boli en clase! - Dijo Lyne, soltándole el brazo. - Masoca.
- Es que Literatura es un aburrimiento mortal. - Naryu se frotaba el brazo. - Además, picarte es divertido, adoro tu cara cuando te estoy mosqueando. ¡Es adorable!
El comentario hizo a Lyne ponerse algo roja, con lo que le respondió con un puñetazo en el abdomen. Mientras Naryu se reía por lo bajo sujetándose la barriga, Lyne reparó entonces en la hora que era. Habían pasado cinco minutos desde que habían pitado para el descanso. Arqueó una ceja con desagrado y con paso rápido, salió por la puerta.

- ¡Eh! ¡Espérame! ¡No te pongas así, no volveré a decirte que eres adorable! - Dijo Naryu, saliendo tras de ella con una sonrisa. Frenó por los pelos cuando un grupo de chicos iba a entrar en clase, evitando chocar con ellos. - Uy, perdonad. Pasad.

- No, por favor, tú primero, hay que dejar salir antes de entrar. - Respondió el que iba delante.

- Oh, tranquilo, después de que casi os empujo… Pasad primero.

- No, las damas primero siempre. - Dijo el mismo chico, dejando paso.

- No importa, capitán. - Dijo uno que estaba a su lado, más bien rechoncho. - No está ahí dentro, se nos ha vuelto a escapar.

- Vaya… Vamos a buscarla a otra parte, entonces.

- ¡Eh! ¿A quién buscáis? - Preguntó Naryu. - Puedo ayudaros, si queréis.

- Buscamos a Lyne Itami, no sé si la conoces… Pero da igual, hay que intentar atraparla antes de que salga del aula, porque si no se esconde y no hay quien la encuentre…

- ¿Qué no? - Dijo Naryu, picarona, levantando el índice y guiñando un ojo. - ¿Me invitáis a un té si la encuentro?

Un rato después, Lyne maldecía a Naryu mientras señalaba a la copa del árbol, donde se recostaba entre las rama cuando trataba de esconderse y descansar, gritando y avisando a un grupo de chicos que reconoció enseguida.

- ¡Itami-san! ¡Estos chicos preguntan por ti! ¡Baja a hablar con ellos! - Gritó Naryu a lo alto del árbol.
Lyne trató de hacer como que no estaba y camuflarse entre las hojas del árbol.

- ¡Sé que estás ahí! - Naryu gritó más alto, pero no obtuvo respuesta. Suspiró. - Chicos, ¿os importa taparos los oídos un momento? Lo que voy a decir puede ser un poco incómodo, pero la hará bajar…

Los chicos se miraron entre sí, pero obedecieron y se taparon los oídos. Vieron a Naryu decir algo, y acto seguido a Lyne bajar de un salto, tirándose de la falda del uniforme hacia abajo y mirándola furibunda y enrojecida. Naryu corrió detrás de los chicos.

- ¡Toda vuestra! - Dijo. - Protegedme…

- Itami-san, ¡por favor! - Dijo el capitán, poniéndose de rodillas. - ¡Te lo suplico, te necesitamos!

- ¡QUE NO! - Dijo Lyne firmemente, aún enrojecida. Echó a andar mosqueada, deteniéndose para darle un puntapié a Naryu y lanzarle una mirada que la chica entendió como que necesitaría armadura para volver a verla.

Naryu y los demás observaron a Lyne alejarse en silencio, obviamente enfadada. Los chicos se mostraron cabizbajos, y el capitán, aún de rodillas, hacía amagos de querer echarse a llorar.

- Esto… No quiero meterme donde no me llaman, pero si no os pregunto a vosotros le preguntaré a ella más tarde - Dijo Naryu. -, y no creo que puedo hacerlo en un tiempecito, así que… ¿Quiénes sois? ¿Y para qué queríais a Itami-san?

- Somos del club de kárate… - Dijo el rechoncho. - Queríamos que Itami-san volviera al equipo para el torneo.

- Hala, ¿Itami-san pertenecía al equipo de kárate? - Dijo, sorprendida. - ¡Qué guay!

- ¿Pertenecía? - Dijo el capitán, levantándose. - ¡Era el equipo! ¡La estrella! ¡Desde que ingresó en el club, ganamos todos los torneos! ¡La gran Kirarin! Pero se retiró, no sabemos por qué…

- ¡Y el resto de institutos ha entrenado para derrotar a Kirarin! ¡Como ella no está, nuestro potencial ahora ha disminuido mucho en comparación! - Dijo el rechoncho.

- ¡Parecen gorilas con esteroides! - Gritó uno al fondo, y todos se estremecieron recordándolos.

- Sin Kirarin estamos perdidos… - Suspiraron.

Los chicos se quedaron hundidos en silencio. Naryu los miraba con un sentimiento que estaba entre compasión y pena.

- Trataré de hablar con ella... Pero no os hagáis esperanzas, ¿eh? - Dijo Naryu.

- ¿De verdad lo harás? - Dijo le capitán, ilusionado. - ¡Muchas gracias, de verdad!

- Pero antes… - Naryu guiñó el ojo con una sonrisa. - ¿Quién me trae el té?

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Marvelous capitulo!!! >///////<
Quiero saber como continua la historia!!!!
Tengo curiosidad por saber que fue eso que dijiste a Lyne cuando estaba en arbol ^.^

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Pese a estar ya a finales de marzo, el frío parecía renegarse a permitir la pequeña visita que solía hacer el sol y el calor entre el invierno y la temporada de lluvias. Los estudiantes, en lugar de salir en estampida con el sonido del timbre, se tomaban su tiempo para marcharse, a fin de absorber el máximo de calor posible antes de irse o disfrutar un poco más de la comodidad y la modorra que a muchos invadía desde el almuerzo.

Al contrario de lo habitual, Lyne no esperó a Naryu. Aunque no se metió prisa en recoger, una vez terminó, salió por la puerta. Naryu siempre solía tardar un poco más en recoger, pero cuando Lyne se marchó antes que ella, ralentizó sus movimientos, algo dolida. Pensó que quizás se había pasado con lo del arbol y su ropa interior. Pareció darse cuenta de que se estaba deprimiendo, así que se dio una bofetada para reaccionar y decidió ir a pedirle disculpas. Salió embalada hacia la puerta.

Tal y como había pensado, Lyne no se había molestado en meterse prisa, había avanzado con paso normal. El haberse marchado sin esperar a Naryu ya debería haber sido un mensaje muy claro que le indicaba que no quería hablar con ella, pero a pesar de todo, no iba a impedir que la acompañase. Naryu no tardó mucho en alcanzarla, pero no estaba habituada a correr y cuando le dio alcance tuvo que centrarse en respirar y reponerse antes que en hablar.

- Oye… Itami-san… - Dijo, cuando consiguió articular algo. Cogió a su compañera por la manga del brazo, para que se parara y la mirara. - Quería pedirte perdón… No quería ofenderte… Sé que a veces me paso de la raya… ¡Te dejaré pegarme lo que quieras! ¿Vale? - Dijo, mostrando una radiante sonrisa.

Lyne estaba prestándole atención, pero no mostraba ninguna reacción. Parecía totalmente indiferente al asunto. Naryu suspiró.

- ¿Sabes? Llevo ya varios años igual. - Dijo Naryu, sentándonse en un banco y con la cabeza gacha. - Cuando era pequeña, tenía muchos amigos. Lo recuerdo porque jugaba cada tarde con ellos. Pero con el tiempo, fuimos creciendo cada uno de una forma diferente... Mientras todos seguían caminos parecidos, yo crecí de otra forma… Soy de esa gente extraña que suele producir curiosidad, pero no la suficiente como para atraer a los demás. - Dijo sacudiendo la cabeza. - Mis amigos se fueron distanciando de mí, y me dejaron sola. Nos terminamos mudando al cabo de un tiempo, y fui al instituto. Allí volví a hacer amigos, pero me traicionaron y abanadonaron. Luego nos vinimos aquí, por cosas del trabajo de mi padre. Traté de portarme de forma normal, relacionarme y empezar de nuevo… Cuando hablé contigo por primera vez, tuve la sensación de que eras como yo, que me comprenderías mejor que nadie. Sentí como un vínculo, o algo. No el que nos une como guerreras legendarias. -Interrumpió sonriente. - Pero no es fácil, ¿sabes? Tengo miedo. Cada día tengo miedo de meter la pata, de que por cualquier cosa que diga o haga la gente vuelva a dejarme sola. Y, cosa curiosa la psique humana, eso hace que no me dé cuenta de lo que hago, y exagero o dramatizo o me paso cuatro pueblos. Y me vuelvo a quedar sola.

Lyne siguió mirándola de pie, con indiferencia. No dijeron nada, quedándose en silencio durante unos segundos. Lyne miraba a Naryu, y ésta miraba el suelo, cabizbaja. Nadie les prestaba atención en toda la calle. Al cabo de un rato, Lyne, sin decir nada se sentó a su lado.

- No se me da bien hablar con la gente. - Dijo, tras unos momentos de silencio. - Me invade una sensación de incomodidad y vergüenza, y no socializo bien. Mis padres me obligaron a meterme en algún club, para hacer amigos, y el de kárate me pareció el único interesante. En poco tiempo, me volví la mejor, y la gente comenzó a hablarme, pero a mí me seguía costando hablar. Durante unos años, todo fue así. - Hizo una pausa. Naryu seguía cabizbaja, y Lyne miraba a ningún lado. - Pero un día, por la calle, un chico se puso chulo conmigo, me puse nerviosa y le apliqué un movimiento. Calculé mal y se dio un golpe terrible en la cabeza con la pared, se quedó inconsciente. Me dio miedo y me fui corriendo. Al día siguiente, alguien del instituto que me había visto se lo contó a todos, y la gente que me quería como su campeona empezó a tenerme miedo. El apodo que me pusieron con orgullo pasó a pronunciarse con temor, y comencé a odiarlo. Aunque lo dejé, nadie quería relacionarse conmigo desde entonces.

Se quedaron ambas en silencio. Naryu fue la primera en hablar.

- ¿Kirarin? Si resulta hasta adorable…

- Es inglés… Killer Lyne…

- Oh, vaya… No lo sabía… - Naryu se frotó los ojos, aún cabizbaja. Al parecer, había llorado un poco. Acto seguido se irguió con determinación. - ¡Bueno, pues ellos se lo pierden! ¡Nosotras valemos un montonazo más que cuatro diamantes! ¿A que sí?

- ¿Por qué cuatro -gozaimasu? - Dijo Smartle desde el Cure Pod.

- ¿¡EH!? - Naryu se asustó de golpe. - ¿Pero me estabas escuchando?

- Escuchando, lo que se dice escuchando, no, pero es que estoy sujeto a tu cintura… Se te oye hasta llorar -gozaimasu…

- ¡YO NO ESTABA LLORANDO! - Dijo Naryu, poniéndose roja.

- ¡Pero si se te oía lagrimear entre chorrada y chorrada lacrimógena -kisama! - Gritó Hartle desde su Cure Pod. - ¡A otro chino con ese cuento!

- Hartle, eso puede ser ofensivo -gozaimasu.

- ¡Son japonesas! ¡Ofensivo es que no distingas -kisama!

- ¡No lo decía por eso -gozaimasu!

- ¡CALLAOS! ¡Que estáis estropeando el momento! - Gritó Naryu.

Lyne esbozó una sonrisa y empezó a reírse. Naryu se quedó mirándola sorprendida, pero se le contagió la risa y comenzó a reírse también.

- Oh, qué bonito, las chicas se lo pasan bien. - Dijo una voz. La risa de las chicas se congeló. - No me gusta nada.

Naryu y Lyne miraron hacia el lugar de donde venía la voz. Una mujer con una figura de infarto, pelo como llamas, en lo alto de una farola y tan ligera de ropa, con el frío que hace, debiera llamar la atención de toda la gente presente, pero por alguna razón, sólo ellas estaban mirando hacia ella.

- ¡La Tsumikuma del templo! - Dijo Naryu.

- Mi nombre es Jounen, querida. Puedes usarlo si quieres. - Dijo con una pícara sonrisa. - Con el debido respeto hacia un ser superior, claro.

- ¿Ah, sí? ¿Pues sabes que te digo? - Dijo Naryu, desafiante. - ¡QUE…! - Se quedó en silencio. - Jo, me he quedado en blanco… ¡Ayúdame a responder, Itami-san!

Lyne estaba mirando a Jounen sin decir nada, y comenzó a mover el brazo en su dirección lentamente. Cuando lo tuve alineado con ella, levantó el dedo corazón haciéndole un corte de manga.

- Je, es mucho mejor esa respuesta -kisama. - Dijo Hartle desde el Cure Pod.

- ¿¡CÓMO TE ATREVES A FALTARME AL RESPETO DE ESA MANERA!? ¡¡HARÉ QUE TE ARRODILLES ANTE MÍ EN NOMBRE DE NERIEN-SAMA!!

Esta vez, Naryu y Lyne repitieron la misma respuesta no verbal juntas.

- ¡¡ARGH!! ¡¡LO PAGARÉIS!! ¡¡YOKUBAN, APARECE!!

La farola donde estaba Jounen comenzó a irradiar un aura oscura que la fue cubriendo poco a poco hasta que dejó de verse. La silueta del aura, que tenía la forma de la farola, comenzó a sacudirse y retorcerse, hasta que ‘estalló’ dispersándose y dejando ver a un Yokuban largo retorcido, de hierro forjado, en cuyas manos se sostenían farolillos por los cuales irradiaba luz.

- ¡¡YOKUBAN!!!

- ¡Os doy una última oportunidad! - Gritó Jounen desde la cabeza del Yokuban. - ¡Dadme el Yang Kyoutai!

- Dairaka-san, parece que el mensaje no le ha quedado claro aún… ¿Volvemos a levantar el dedo? - Preguntó Lyne con indiferencia.

- ¡¡AAAAAAAAAAAAARGH!! ¡¡YOKUBAN, ACABA CON ELLAS!!

- ¡¡YOKUBAAAAAAAAN!!

- ¡Chicas, transformaos -gozaimasu! - Gritó Smartle.

Naryu y Lyne cogieron los Cure Pods y extendieron las manos que sostenían sus objetos, colocándose de espaldas una frente a lo otra, y dibujaron con el dedo un corazón en el cristal del centro del Cure Pod. El objeto se abrió dividiéndose en 4 partes y liberando el cristal y provocando una explosión de luz blanca. Los cristales volaron, se entre cruzaron entre sí, dieron vueltas, y se introdujeron en el pecho de cada chica, sujetas por las manos y de espaldas una a la otra, que comenzaron a brillar cada una de un color, Naryu en azul, Lyne en rojo. Del punto en el que se introdujo el cristal salieron lazos que fueron envolviendo a las chicas y formando nuevos ropajes, que se iban materializando poco a poco. Finalmente, una vez ya transformadas, la luz blanca estalló difuminándose y dejando a las chicas en el aire brillando cada una de un color. Ambas aterrizaron en el suelo de pie y abrieron los ojos con una decisión fija en su mirada y dispersándose la luz que las envolvía.

- ¡El noble corazón que lucha con elegancia! - Gritó la Naryu transformada. - ¡Cure Elegance!

- ¡El destructor corazón que purifica con dolor! - Gritó la Lyne transformada. - ¡Cure Gore!

- ¡Aquellos que buscan la destrucción de los más bellos deseos…! - Dijo Elegance.

- ¡… Serán los que vean frustradas sus esperanzas! - Completó Gore.

- ¡¡KIMOKAKKOI!! - Gritaron las dos a la vez. - ¡¡PRETTY CURE!!

- ¡Esta vez, no os servirá de nada cambiar de modelito! - Gritó Jounen. - ¡Yokuban!

El Yokuban separó sus brazos ampliamente cuando Jounen saltó de su cabeza para ponerse a resguardo, y como si fuera dar una palmada, los movió directamente uno contra otro.

- ¡YOKUBAN! - Gritó cuando los farolillos de sus brazos chocaron. En ese mismo instante, los farolillos brillaron provocando un gigantesco flash de luz que lo inundó todo.

- ¡Maldita sea! - Gritó Elegance. - ¡Mis ojos! ¡No veo nada!

- ¡Ni yo! - Añadió Gore. - ¡Eso es jugar suciARGH!

El comentario de Gore fue interrumpido por un golpe a traición del Yokuban, que se había aprovechado de la ceguera temporal de las Pretty Cure para atacarles. Elegance oyó a su compañera estamparse contra uno de los edificios de la calle.

- ¡Gore! - Gritó Elegance. El cerebro de la guerrera legendario se percató entonces de lo que iba a ocurrir, y antes de bajar la guardia, saltó vertical y rápidamente. Pudo sentir cómo no había fallado en su predicción: el Yokuban había ido a por ella nada más impactar a Gore, y ahora sentí como una de las extremidades del Yokuban pasaba por debajo de ella en un golpe fallido. - ¡Ja! ¡Fallaste!

Sin embargo, la Pretty Cure no reaccionó tan rápido como debiera la segunda vez: sintió una violenta sacudida por su izquierda, como si de un látigo se tratase, que la lanzó contra la carretera con un fuerte impacto. Gracias a la recuperación parcial y gradual de su vista, pudo ver cómo el grupo de cables que le había atizado se enrollaba en torno a ella, atrapándola y comprimiéndola.

- ¡Hablas demasiado, Pretty Cure! - Gritó Jounen, riéndose. - Vamos, ahora dame el Kyoutai si no quieres morir.

- … Jou… Nen… - Dijo Elegance, entrecortada por la falta de aire. - ¿Aún… No has… Cap…Tado… Lo… Del… Dedo…? - Sonreía pese al dolor.

- No debieras ser tan engreída, mocosa. - Dijo Jounen, haciéndole un gesto al Yokuban para que apretase más con los cables que le salían de las piernas y que sujetaban a la Pretty Cure. - Pero me has recordado a tu amiguita… Que parece dispuesta a recibir más.

Efectivamente, Gore se estaba levantando del golpe. Ahora Elegance podía ver el cráter formado en la pared y cómo su compañera se sacudía la gravilla de encima. Miraba al Yokuban fijamente, ya había recuperado la vista. Y parecía bastante cabreada.

- ¡Yokuban! - Gritó Jounen. - ¡Atrápala!

- ¡YOKUBAN! - Gritó el monstruo mientras golpeaba el suelo con su brazo, provocando un nuevo fogonazo de luz que de nuevo pilló desprevenido a las chicas.

- ¡Gore! ¡Cuidado! - Gritó Elegance.

Gore, esta vez, no se mantuvo paralizada por la impresión. Sin moverse, esperó a que el Yokuban hicera su movimiento. Oyó como el suave silencio se veía interrumpido por un ligero silbido… Y entonces se movió ella.

Atrapó los cables que el Yokuban lanzó contra ella de un latigazo y, sujetándolos con fuerza, los sacudió bruscamente, lanzando al Yokuban hacia arriba, y luego tiró de los cables hacia abajo, estampando al Yokuban contra el suelo. Debido al impacto, los cables que sujetaban a Elegance se aflojaron, con lo que la Pretty Cure se vio liberada.

- ¡Elegance!

Elegance, cuya vista estaba ya parcialmente recuperada, miró a su compañera y asintió. Gore, sin soltar los cables del Yokuban, comenzó a voltearlo, y Elegance, como si del juego de esquivar la cuerda se tratase, comenzó a saltar por encima del Yokuban, aunque con una pequeña diferencia: la Pretty Cure aterrizaba con todas sus fuerzas encima del monstruo. En primer lugar, le destrozó por completo el farol de su brazo izquierdo; en segundo lugar, el de su brazo derecho; y por último, hundió un doble pisotón en su cara.Tras ello, saltó hacia atrás, con lo que Gore terminó de voltearlo y lo lanzó hacia el cielo. Mientras el Yokuban estaba en el aire, las Pretty Cure se juntaron para realizar su ataque definitivo.

Elegance y Gore cerraron los ojos, dejaron sus mentes en blanco y entrecruzaron sus manos. Luego comenzaron a girar sobre sí mismas, soltándose las manos y alzándolas. De ellas ahora salía un lazo de luz que las unía. Mientras iban girando, el lazo también, formando una esfera. Cuando la esfera se completó, destelleó. En la bola luminosa podía verse como iba alternando el blanco con el azul y el rojo. Las chicas dejaron de girar sobre sí mismas para cogerse las manos que no tenían ocupadas.

- Esperanzas y deseos del mundo… - Dijo Gore.

- ¡Convertíos en nuestra fuerza para protegeros! - Completó Elegance.

- ¡¡PRETTY CURE!! - Gritaron al unísono. - ¡¡SENTIMENTAL BOND STREAM!!

Y lanzaron la esfera hacia arriba, donde estaba el Yokuban, que fue arrollado por una gigantesca bola que iba dejando tras de sí una estela entrelazada de otras dos, azul y roja. La energía que se llevaba por delante al monstruo iba empujando de la farola el espíritu maligno que la poseía, arrastrando al auténtico Yokuban y separándolo de la farola. Una vez lo separó por completo, pese a los intentos del monstruo para evitar ser arrasado por la energía, el Yokuban fue arrollado por ella y desintegrado, quedando sólo su marca de corazón inverso, resquebrajado y gris. Éste giraba sobre sí mismo, cambiando de color a blanco y reparándose sus grietas. Cuando dejó de girar, era un hermoso corazón blanquecino, sano, puro y latente. El corazón se desapareció en un pequeño estallido de luz.

Todo volvió a la normalidad casi al instante. Las chicas volvieron a su estado normal. Jounen se había ido.

- Bueno… - Dijo Naryu. - Pues a otra cosa…

Lyne asintió.

- Oye… Perdona de nuevo por lo de antes… Y muchas gracias. No sólo por ayudarme en la pelea, si no por seguir conmigo… - Dijo Naryu, con un poco de vergüenza.

Lyne resopló, pero no añadió nada. Se la veía sonrojada. Naryu sonrió.

- Bueno, pues espero verte mañana. Ahora tengo que ir al campeonato ese… Les dije que te llevaría, así que ahora tengo que ir a pedir disculpas por no hacerlo. ¡Hasta luego!

Naryu se separó de Lyne y tomó la siguiente calle, que iba hacia arriba. El complejo deportivo estaba en la parte de arriba de la ciudad, y a Naryu subir cuestas le fastidiaba muchísimo, pero no tenía otra opción. Cuando llegó al complejo, le pidió al encargado de taquilla que le guiase hasta el pabellón de kárate; pero cuando llegó allí, vio al público saliendo. El campeonato había terminado.

Y pudo ver al equipo del Negai, cabizbajos y deprimidos. Habían sido derrotados nada más comenzar.

- ¡Chicos! - Dijo Naryu cuando los vio. - Lo siento mucho… No sé que pasó, se me fue el tiempo intentando convencer a Itami-san… Perdonadme…

- No importa… - Dijo el capitán. - No podíamos obligarla, de todos modos, ¿no? Creo que dimos lo mejor de nosotros, y eso es lo importante, ¿no? - Añadió, intentando animar al equipo. Aunque trataron de responder a sus esfuerzos, el resto del equipo estaba claramente deprimido.

- ¡Vaya! ¡Si son los pringados del Negai! - Se oyó una voz. - Me habeis decepcionado, pensé que el equipo de la terrible Killer Lyne daría más juego…

Naryu y el equipo de kárate se volvieron hacia donde venía la voz. Era de un equipo de kárate rival, concretamente, de su cabecilla: una enorme mole de más de dos metros y 150 kg de peso. El resto del equipo, aunque no eran como él, eran igual de corpulentos, y le reían cualquier cosa que él decía.

- ¡Eh! ¡No te metas con ellos! - Dijo Naryu. - ¡Se han esforzado mucho para ganar!

- Bff, pues para la mierda de combate que nos han dado, más les valía haberse esforzado en hacer ganchillo. - Respondió, riéndose. Los demás de su equipo se rieron con él.

- ¡Al menos lo hicieron movidos por la determinación - gritó Naryu -, no por el miedo como vosotros!

- ¿Miedo? - Dijo el cabecilla, con cara de mosqueo. - Nosotros no tenemos miedo de nada, porque somos los mejores. - El cabecilla se acercó a Naryu y la miró fulminantemente. - Y tampoco de enseñar respeto a una mocosa, sea cual sea el método a aplicar.

Naryu le mantuvo la mirada, y le dijo:

- Intentálo, bola de esteroides.

Lo que Naryu pensó que era un farol resultó no serlo. El gigantón levantó su brazo, cerrando su mano en un enorme puño, y lo lanzó contra la chica, que quedó paralizada por la impresión. Los chicos del equipo del Negai también estaban paralizados, pues no se creían que se atrevieran a ir tan lejos. Sin embargo, Naryu sólo se llevó el susto.

De un rápido movimiento, Lyne se interpuso entre ella y el puño, y de un suave y preciso movimiento de mano, desvió el puño del gigante hacia otro lado. Mientras la inercia hacía su trabajo, desplazando al cabecilla hacia delante por la fuerza, Lyne saltó en el aire y jecutó una patada giratoria, rompiéndole la barbilla y lanzándolo en la dirección opuesta a la que le había desviado. Cayó al suelo con un sonoro golpe.

Mientras los demás estaban paralizados por la sorpresa, Lyne se acercó al gigante caído, le dio la vuelta de otra patada, poniéndole de espaldas al suelo, y le puso el pie en el cuello, dificultándole el respirar. Se encorvó para acercarse a él y le dijo:

- Atrevéte a tocar a Naryu de nuevo sólo si quieres un suicidio lento y doloroso. ¿Me has oído?

El gigante asintió lo poco que pudo por la acción del pie de Lyne en su cuello. La chica le soltó el cuello y dirigió una mirada asesina al resto del grupo. Salieron corriendo. El cabecilla trató de levantarse, y les acompañó en su huida. Lyne, Naryu y el equipo del Negai observaron cómo huían, y luego Lyne se dio medio vuelta para volver por donde había venido. Naryu fue la primera en reaccionar, dejando a un atónito grupo de kárate atrás, y fue tras su amiga.

- ¡Oye! ¡Itami-san! - Dijo en cuanto la alcanzó. Lyne no dejó de andar, pero miró hacia ella. - Muchas gracias… Pero… ¿Por qué me seguiste?

- No toda la culpa era tuya… - Respondió. - No me parecía bien que cargaras con todo el marrón tú sola… Bueno… No sé por qué, la verdad…

- Pues menos mal, por que si no ahora me faltarían dientes… - Dijo Naryu, agradecida. Pero pronto cambió el chip. - ¡No sabía que eras tan fuerte! ¡Contigo a mi lado, seré imparable! ¡Comenzarás vengándote de los que se aprovecharon de mí! ¡Buajajaja…!

Lyne le dio una colleja para hacerla callar. Naryu se quejó, pero con una sonrisa en el rostro. Entonces, pareció darse cuenta de algo…

- Itami-san… ¿Me llamaste por mi nombre de pila?

Lyne dejó de andar y encogió la cabeza. Naryu le pudo ver las mejillas sonrojadas. Naryu esbozó una sonrisa que estaba entre felicidad y perversión. Se tiró encima de ella dándole un abrazo.

- ¡Eres adorable! - Dijo. - ¡Te quiero, Lyne! - Completó, y le plantó un beso en la mejilla para picarla.

- ¡BUAAAAAAAAAAAAJ! - Gritó Lyne, zafándose de ella. Se pasó la mano por la mejilla intentando quitarse esa sensación. - ¿No te dio el Yokuban bastante? ¡Vas a cobrar, Naryu!

Naryu echó a correr riéndose, mientras una mosqueada Lyne la perseguía calle abajo con el objetivo de hundirle su poderoso puño de justicia en el estómago.



Preview: ¡Yahoo! ¡Es oficial, Lyne Itami es mi nov… ARGH! Mi estómago… Vale, vale, ¡Mi mejor amiga! ¿Y qué mejor forma de celebrarlo que yendo a dormir juntas, como una pareja de recién casad… AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡VALE VALE, YA ME CALLO!
Próximo capítulo: ¡Sesión de terror a medianoche! ¡Dormir por separado no es recomendable!


Joe, pensaba que alguien más había comentado y es que te cambiaste de nombre )=
Lee con atención y debieras entender sobre qué le dijo algo Naryu ;D

Bueno, pues aquí está la continuación. Me ha quedado larguilla...

Me encanta tu fic, tiene ending, opening, historia, es super genial ^3^
Me gustaria que lo continuaras, cuando puedas e.e